martes, 25 de mayo de 2010

Visita al Alcázar de Jerez



En Diciembre del año pasado, una vez terminadas las clases de historia, los alumnos del Aula de Mayores de la Universidad de Jerez, acompañados por la "profe" que nos dio historia de la Edad Media, fuimos emplazados para conocer en vivo y en directo algunos de los vestigio Árabes en la provincia de Cádiz , por ese motivo visitamos el Alcázar de Jerez Fra.

11. Historia
La colina sobre la que se levanta el alcázar (máxima elevación del casco histórico)
ha estado habitada desde la Edad del Cobre, en el tercer milenio antes de Cristo.

Se han descubierto silos subterráneos rellenos con materiales de este período e
incluso uno utilizado como enterramiento.

De época romana aunque no se han encontrado vestigios bien conservados,
si se han localizado fragmentos de ánforas y de cerámicas de mesa que se conoce
como terra sigillata y materiales de construcción aprovechados en los edificios medievales, que parecen señalar la existencia en los alrededores del alcázar de una villa o asentamiento rústico.

Durante la Edad Media, en el siglo XI, es cuando empiezan a tenerse ciertas
noticias sobre la ciudad de Jerez y por ende sobre su alcázar. A mediados del siglo XI,
el distrito de Jerez jura fidelidad a los banu Jizrun del reino de taifa de Arcos.
Precisamente a esta época pertenecen los primeros restos constructivos localizados en el
alcázar, aunque estos se reducen a unos pocos cimientos, realizados con piedras
trabadas con barro. También son de este momento algunos pozos rellenos con las
vajillas cerámicas desechadas por los habitantes del alcázar.

En el siglo XII y como respuesta contra la autoridad de los Almorávides
procedentes del norte de África que dominan al- Andalus desde 1805, Jerez se hace
independiente proclamándose como reino taifa bajo el gobierno de Abul Gamar ibn
Garrun. A partir de 1146 juró fidelidad a los almohades, una nueva dinastía
norteafricana que se hará con el control de al- Andalus en su lucha contra los cristianos
del norte. La mayoría de los edificios islámicos que se conservan pertenecen a esta
etapa, que se puede prolongar hasta el año 1248- 49, fecha en que Jerez se declara
vasalla de Castilla.

Durante el periodo comprendido entre 1248 y 1255, el alcázar sigue estando en
propiedad de su gobernador, llamado Aben Obeit en las fuentes literarias cristianas. En
este último año, Jerez es asediado por los castellanos, con la exigencia de la entrega del
alcázar.

Desde este momento pasa a estar controlado por una guarnición cristiana bajo el
mando de Nuño de Lara, que dejó por teniente a Garcí Gómez Carrillo. En 1264 los
musulmanes de Jerez se rebelan contra el domicilio cristiano, asediando el alcázar y
pasando a todo su guarnición a su cuchillo, coincidiendo con revueltas en Murcia y en
otras localidades andaluzas, tras las cuales es muy posible que estuviese Mamad I,
fundador del reino nazarí de Granada.

La leyenda narra la defensa del pendón cristiano por parte de un personaje que
se oculta en las brumas del mito, Fortún de Torres. De igual manera el Libro del
Alcázar, complicación de diversas fuentes del siglo XIV al XVI, recoge el hecho más
histórico de la captura con la vida de Garcí Gómez Carrillo, y su posterior entrega a los
castellanos.
El mismo Libro del Alcázar menciona que los musulmanes entraron
construyendo una mina o túnel desde el que pasaron al interior del recinto.
Otra tradición dice que entraron a través de un muro desde el que saltaron a las propias
murallas del alcázar. Sea como fuera la fortaleza volvió a estar en manos islámicas. Las
cantigas de Santa María del Rey Sabio cuentan este hecho y el incendio de la capilla de
Santa Maria, la antigua mezquita del alcázar.

Alfonso X reacciona contra la revuelta, asediando la ciudad durante cinco meses,
en 1264. Como resultado de este asedio, Jerez se rinde a las tropas castellanas, siendo
expulsados todos los habitantes islámicos, que buscaron refugio en poblaciones
cercanas o emigraron a África.

En la etapa cristiana el alcázar pasó a ser de propiedad real, estando en manos de
tenientes que debían conservarlo para la corona. Sin embargo, durante la estancia en
1464 del rey Enrique IV en Jerez, éste tuvo que ser albergado en una vivienda particular
al encontrarse la residencia del alcázar en muy mal estado, señal del grado de deterioro
en el que se hallaba.

No será hasta 1470 cuando encontramos datos documentales y arqueológicos de
reformas en el conjunto. El Maqués de Cádiz durante su tenencia del alcázar, realiza
grandes obras en el interior del recinto: repara los edificios y murallas, crea nuevo foso
y erige una torre en el ángulo occidental, de tal manera que los Reyes Católicos durante
su estancia en Jerez en 1478, pudieron albergarse en el alcázar.

Durante los siglos XVI y XVII vuelve a un estado de ruinas cada vez más
absoluto e irreversible. En un informe emitido en 1588 y en diversas referencias de los
distintos tenientes del alcázar, podemos observar hasta que grado llegó el deterioro, que
culminara en el siglo XVIII con la construcción, por parte de Lorenzo Fernández de
Villavicencio, sobre las ruinas de la residencia islámica, del palacio barroco que existe
en la actualidad.

Con la edificación de este palacio y con la ocupación continuada por sus
propietarios, el alcázar vuelve a recuperar parte de su antiguo esplendor. Sede de fiestas
y recuperaciones de grndes personajes, llegó a contar con un coliseo en el que se
representaron obras de teatro y óperas, que provocaron en el siglo XVIII una fuerte
polémica entre Fernández de Villavicencio y el predicador beato Diego José de Cádiz.

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